miércoles, octubre 28, 2009

Antecedentes del debate crítico contemporáneo: orígenes del irracionalismo 5

POR MARIO ROSALDO
ACTUALIZACIÓN: 13 DE DICIEMBRE DE 2013




2. LA DESTRUCCIÓN DE LA RAZÓN
(Continuación)


Lukács[1] continua su comentario y nos da la prueba de su equívoca interpretación:

«Esta nítida y tajante división trae como consecuencia, ante todo, el que Schelling, en estricta contraposición con su período de juventud, no conciba ya lo absoluto, el objeto de la intuición intelectual, como el cosmos de las cosas en sí, aunque también éste fuese considerado por él, entonces, como el mundo platónico de las ideas, sino como algo que sólo podía captarse de un modo inmediato, como algo puramente simple. De aquí que rechace, para este mundo, toda posibilidad de explicación o descripción, y diga: “solo lo complejo es susceptible de ser conocido por medio de la descripción; lo simple, en cambio, tiene que ser intuido”. Y, en otro lugar, niega también a este conocimiento la conexión de lo general con lo particular, es decir, precisamente la posibilidad del problema para cuya solución se había descubierto en su día, como hemos visto, la intuición intelectual. He aquí lo que ahora dice acerca de esto: “El Universo absoluto en su totalidad, con todas las gradaciones de los seres, se reduce a la unidad absoluta de Dios y, por tanto, en aquél no existe nada verdaderamente particular.” De este modo, el conocimiento del mundo, que originariamente tenía un carácter filosófico-natural, va deslizándose ahora hacia un conocimiento de Dios puramente místico»[2].